ACERCA DE MÍ…
EN ESTE BLOG, RESCATO ALGUNOS ARTÍCULOS PUBLICADOS POR EL AUTOR, EN SITIOS YA DESAPARECIDOS, E INSERTO NOVEDADES Y ACTUALIZACIONES.
VOLAR
«Hemos aprendido a volar como los pájaros, a nadar como los peces; pero no hemos aprendido el sencillo arte de vivir como humanos.»
MARTIN LUTHER KING
Mi vida es un erial, flor que toco se deshoja… dice GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER, en la rima de su autoría, LX. Sí, sencillamente que no aprendí el arte de vivir.
Pero no comencemos con las cosas negativas, transmitiendo pálidas y malas ondas, sino con objetividad, resumir en cuatro líneas, algo de mí.
Habiendo pasado con suerte, el medio siglo de vida, y echando un vistazo a mis caminos por la vida, glosando a VICENTICO digo:
« Los caminos de la vida, no son los que yo esperaba, no son los que yo creía, no son los que imaginaba ».
De todos modos, tengo que estar agradecido, por todo lo que obtuve, a veces con esfuerzo, y otros ciclos de regalo. Mis padres, que dentro de la humildad con la que vivían, aparte de darme la vida, me facilitaron una educación adecuada a in illo témpore, aparte de la brindada por maestros y profesores de la enseñanza primaria y media o secundaria. En el tercer nivel, aprendí en la universidad de la calle, ya que en las pocas habilidades que tengo, fui generalmente autodidacta, no acumulando conocimientos, sino picoteando de aquí y de por allá. También me proporcionaron, mis padres, tres hermanos, dos señoras y un varón.
Conviví con este grupo familiar varios años, y apenas terminada la formación secundaria, tuve que ponerme a trabajar, cuestión que en la década de los ’60, no era difícil conseguir un puesto, más teniendo una formación adecuada y buenas referencias. Desde entonces, trabajé siempre en relación de dependencia, en tareas administrativas y contables, en dos grandes empresas de la ciudad de Avellaneda, en la cual nací y estoy aún radicado. Claro que simultáneamente, podía haber seguido estudiando, aunque las posibilidades no eran las de hoy, ya que la oferta local era escasa, y por supuesto, no existían las computadoras personales, el celular, ni internet. De todos modos, aficionado a la lectura, me las arreglé para obtener una cultura más general, como ya lo dije, en forma auto educado.
A los 25 años de edad, formé mi propia familia, contrayendo matrimonio, con Betty, quién sería mi esposa a lo largo de treinta y dos años y medio, es decir, hasta que ella falleció.
De ese matrimonio, nos regalamos cinco hijos, hoy ya todos mayores de edad, y aunque son prácticamente independientes, casi todos conviven bajo el mismo techo.
Más adelante seguiré contándoles mi peregrinar por la
vida, tránsito que no ha sido todo
por un camino de alfombras,
porque anduve por senderos espinosos,
y tropezando muchas veces con las mismas piedras,
como dice el poeta Antonio Machado:
Caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
MI PAREJA DE PERROS
YENNY y CHICHO
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